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6 ene 2016

Tren de aterrizaje

Época de oro del aeropuerto “Antonio Nicolás Briceño”

Ailyn Hidalgo Araujo.-

Las décadas de los 80 y 90 fueron de oro para Trujillo. Como 20 años de progreso imparable lo califican los personajes entrevistados hoy por el equipo de investigación del Diario de Los Andes. Adelantan que en el estado se reseñaron de manos de reconocidos periodistas y reporteros gráficos, las entradas y salidas en avión de personajes nacionales e internacionales de toda índole; presentación de espectáculos, formación educativa y eventos.

El doctor Mejía dice que a Trujillo llegaban aviones directo de Estados Unidos cargados con ganado. “¡Eran grandísimos!”, expresa.


El abogado Alexis Mejía, con 30 años de servicio como técnico en operaciones del aeropuerto “Antonio Nicolás Briceño”, rememora que en un inicio al aeródromo solo llegaban aviones de hélice de 20 a 30 puestos. Al mudarse al aeropuerto ANB, “que ha tenido la misma extensión de la pista toda la vida”, comenzaron a recibir aeronaves de turbina con capacidad de 130 a 170 personas. Lo que quiere decir, que hoy en día no es excusa para los gobernantes, que “en el ANB no pueden aterrizar aviones grandes”, como en varias ocasiones han declarado al DLA.

El doctor Mejía comenta que el aeropuerto desde su inauguración fue un centro de espectáculo para quienes pasaban toda una mañana o una tarde en el café y terraza del lugar. Era un sitio ideal para disfrutar de tertulias mientras veían los tres vuelos diarios llegar y salir de la pista. “Habían gran fluidez de pasajeros y visitantes. Se observaban muchos tours de turistas norteamericanos, alemanes y de otros países. Uno de los más populares era el paseo por tierra de Valera a Mérida”, detalla.

Menciona que en 1990 el gobierno intentó ampliar la pista. Compró casas que se ubican aledañas al aeropuerto, pero nunca las demolió y las personas volvieron a habitar las viviendas. Actualmente en todos los alrededores de la pista hay construcciones, y por más que insisten en que está prohibido, hasta el Liceo de La Matera lo edificaron muy cercano.

Resalta que 10 años atrás, en el ANB dictaban cursos de pilotos, preparaban aeromozas y despachadores. Habían traído una extensión de una escuela de Lara y hasta egresaron varias promociones. En una de ellas se graduó el actual presidente de Conviasa en Trujillo. Aunque esto tampoco hizo al aeropuerto internacional. “Una sola vez se habilitó para traer a unos deportistas de Bolivia que jugarían aquí contra Trujillo. Fue algo especial”, acota.

Destaca que hace 18 años también celebraban año a año el Día de la Aviación. La gente iba hasta la terraza del ANB a ver los espectáculos de aviones pequeños que hacen acrobacias. Durante las ferias de Mérida también pasaban por Trujillo. Hoy en día solo los sábados, y no todos, un grupo de jóvenes hacen muestras de aeromodelismo en la pista. Esto trata de aviones a control remoto que realizan los mismos movimientos que un avión a escala normal.  

 “Aquí llegaron casi todos los Presidentes de Venezuela, hasta Hugo Chávez. Ahorita solo salen los privados”, dice Mejía. Informa que a pesar de la paralización de vuelos comerciales, el aeropuerto no está cerrado. Funciona las 24 horas los 365 días del año. Aunque hoy solo se movilizan aviones militares, oficiales y los 4 que estacionan en el aeródromo: uno asignado a la gobernación de Trujillo para el traslado del mandatario regional Henry Rangel Silva; otro de la empresa de construcción Vinccler, y los otros dos pertenecen a ingenieros que también tienen constructoras.

Los más importantes

El periodista de trayectoria Eduardo Viloria, quien hoy da cobertura a las noticias de la Panamericana para este rotativo, declara que lo primordial eran las noticias que salían del aeropuerto. Era él quien cubría los hechos que en el ANB se producían en los 80 y 90, e insiste en que la sección de política nacía desde la pista de aterrizaje.

 “Venían aviones muy grandes. Entrevistamos a Rafael Caldera y a Carlos Andrés Pérez cuando eran presidentes de Venezuela, al Presidente de la Asociación de Pilotos de Venezuela, a muchos dirigentes de Copei y Acción Democrática (AD), a Eduardo Fernández, Luis Piñerúa Ordaz, Luis Alfaro Ucero…Yo tenía mis contactos que me informaban quién venía y allá llegábamos ¡Parece mentira que todo esto se haya acabado!”, pronuncia.

De las personalidades que más entrevistaba listos para abordar, Viloria recuerda al profesor Jorge Valero quien hoy es embajador de Venezuela frente a las Naciones Unidas, a Gualberto Ibarreto un cantante de música popular del país y a los guerrilleros Douglas Bravo y Francisco “El Flaco” Prada “¡Qué gran conquista perdimos! Ahorita estamos aislados”, se lamenta.

El que no aprovechó…

Para el reportero gráfico Gregorio González, activo en labores de este rotativo desde esta época de oro, “el que no aprovechó de viajar en el pasado, ahora sí le costará”. “A Trujillo venían por avión todos los políticos. Senadores y diputados del antiguo Congreso Nacional. Gobernadores”, cuenta.

Ratifica que salían tres vuelos a diario, el pasaje costaba 30 bolívares y solo lo podían pagar con comodidad las familias más pudientes del estado. Italianos y españoles volaban con continuidad a visitar a sus familias. Llegaban a Caracas y de ahí se iban a otros países. Lo importante era que todo el tiempo había pasaje. Se podían apartar o comprar el mismo día. “A la gente le encantaba que la entrevistáramos. La sección Tren de Aterrizaje del Diario de Los Andes era dedicada a la sociedad que pasaba por el aeropuerto. Luego cambió el nombre a “Volando alto, volando bajo”, y hoy ya no existe”, dice.

González hace mención de las personas que laboraban en el aeropuerto: “Allá estaba la familia Delfín que tenía el Aerobar. Américo era el administrador del aeropuerto. Aquello era un gran avance. Y aunque nunca lo ampliaron más, pero sí lo remodelaron, creo que Trujillo podría tener otros aeropuertos. Aquí hay terrenos con extensiones muy grandes. En la Zona Industrial de Agua Santa podrían hacer un aeropuerto tres veces más grande que el ANB”, propone.   

El cronista de la ciudad de Valera, Luis González, detalla que el ANB hace 10 años funciona con problemas, y de vuelta al pasado cuenta que en el avión hacía Caracas, con un vuelo de 45 minutos, servían almuerzos a los pasajeros, la atención era “brillante” y el ambiente propicio para los encuentros entre amigos.

“Allí conocí al cantante venezolano y mundial Alfredo Sadel; y a Libertad Lamarque, actriz y cantante argentina. Vino a inaugurar el Teatro Libertad de Valera ¡Qué tiempos aquellos! hoy son las Alcaldías las que deben exigir que el funcionamiento del aeropuerto sea retomado”, cierra.

No fue internacional

La periodista Thamar Montero, en su portal web de noticias, recuerda como el aeropuerto ANB fue parte del Plan Rector del estado, y en el periodo del “último gobernador de la cuarta” en Trujillo, Luis Ernesto González, quedó “prácticamente listo para ser elevado a aeropuerto internacional”. Y aunque Montero dice que ese sueño nunca se llevó a cabo, asegura que “todas las obras previstas eran presentadas a la prensa y ejecutadas”. Llegaron a salir vuelos a Mérida, Zulia y Lara, pero por poca rentabilidad fueron suspendidos.

El dato

Actualmente en el aeropuerto ANB hay 14 trabajadores en el área técnica adscritos al Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (Inac), y otros 60 para el área administrativa controlada por la Gobernación del estado Trujillo.

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